El olor tambien decora

Hace años descubrí algo… un ancestral secreto cuyo hallazgo uno agradece cada día le haya sido revelado.

Ocurrió en la ciudad de Florencia, cuando paseando por la Via della Scala, me detuve delante de la suntuosa Iglesia de Santa María Novella. Aún perdura en mi memoria, la fuerte emoción que me produjo el sentir la gama indescriptible de aromas que flotaban en el aire, y que hacía imposible pasar de largo sin detenerse. Un universo de tesoros olfativos, me esperaban tras la puerta del Convento contiguo a la Iglesia.

Averigüé después…que esas esencias que embriagaban mis sentidos, eran la expresión final de una larga historia de buen hacer, sabiduría y tradición,  que ha llegado hasta nuestros días y se remonta al siglo XII.

Me encontraba en la farmacia más antigua de Europa, la “Officina Profumo Farmaceutica di Santa María Novella in Firenze”. Os cuento la historia…

Fue fundada en el año 1.221, cuando los frailes dominicos cultivaban plantas medicinales con las que después preparaban ungüentos,  medicamentos, bálsamos y aguas perfumadas. La demanda fue tal, que decidieron ampliarla y abrir al público en el año 1.612.

La tradición se ha mantenido hasta hoy, y el lugar sigue maravillando a aquellos que  lo visitan. La Officina Profumo Farmaceutica di Santa María Novella, alberga los jabones, colonias, esencias y perfumes más exquisitos del planeta. Es una perfumería artesanal y secreta… destinada a los buscadores de joyas olfativas y enamorados de las leyendas. Entre sus aguas de colonia, el “Agua Della Regina”, fue preparada por los monjes para  la reina de Francia, Catalina de Medicis, y aún se sigue produciendo exactamente como hace 500 años, manteniéndose en plena vigencia.

Varios siglos después… en el siglo XVIII, siglo de las luces,  su fama atravesó fronteras y fue conocida hasta Oriente.

Es todo un lujo sensorial, disfrutar del buen gusto y de los delicados aromas que emanan de sus salas repletas de arte, belleza e historia.   Esas esencias maravillosas e inolvidables, que envolvían cada una de sus históricas habitaciones,  recogían algunas de sus creaciones para perfumar las estancias del hogar.

Entre ellas, os hablaría  especialmente del «Post-Pourri”, mezcla sabia de flores y hierbas de las colinas que rodean Florencia, las “Granadas de terracota”, hechas a mano y sumergidas en aceite esencial de melograno, los “Extractos de aceites esenciales”, para perfumar las estancias o el “Papel de Armenia”, para aromatizar cajones y rincones del hogar…

Es muy difícil poder expresar la exquisitez y sutileza de estos perfumes, sin duda alguna un placer pituitario que un día encontré y que son la comunión perfecta para decorar una estancia, un hogar. Esta percepción olfativa, está estrechamente ligada con las emociones y los sentimientos.  A veces, otros sentidos predominan sobre lo que vemos… En ese marco indescriptible del Convento de Santa María Novella en Florencia, las fragancias, que permanecían en el aire, permitían penetrar en lo más profundo de la naturaleza del ser y de los objetos que lo emanaban.

Si paseáis por los alrededores de la Iglesia de Santa María del Mar, en Barcelona, y os acercáis a la calle Espassería, hallaréis  una de las pocas agencias de la Officina Profumo Farmaceutica di Santa María Novella in Firenze que existen en el mundo. Los efluvios que inundan la calle  Espassería hasta la Iglesia de Santa María del Mar, os atraparán para siempre…